Bacterias en el aire de las cuevas turísticas

El número de octubre de 2021 de la revista Microbial Cell publica el trabajo Airborne bacteria in show caves from Southern Spain, firmado por Irene Dominguez-Moñino, Valme Jurado, Miguel Angel Rogerio-Candelera, Bernardo Hermosin y Cesareo Saiz-Jimenez, miembros todos del Grupo de Investigación.

El trabajo estudia durante un periodo de un año las bacterias del aire de tres cuevas turísticas andaluzas, con tres diferentes sistemas de gestión: la Cueva de Ardales (Ardales, Málaga), la Gruta de las Maravillas (Aracena, Huelva) y la Cueva del Tesoro (El Rincón de la Victoria, Málaga). Además de por sus formaciones geológicas, el interés de la cuevas de Ardales y El Tesoro, se incrementa por la presencia en estas dos cuevas de diferentes muestras de pintura rupestre prehistórica.

Gran Sala de la Cueva de Ardales

Las principales diferencias en la gestión de estas cuevas radican en la ausencia de luz y de biopelículas fototróficas en la Cueva de Ardales, el mantenimiento periódico y la baja proliferación de biopelículas fotosintéticas en la Gruta de las Maravillas, y la abundancia de estas biopelículas fototróficas en los espeleotemas y paredes de la Cueva del Tesoro.

Los resultados del estudio muestran que el aire de las cuevas tiene mayores concentraciones de bacterias que las localizaciones al aire libre, y que la diversidad de las mismas puede relacionarse más con la presencia o ausencia de biopelículas fototróficas que con el número de visitantes recibidos por cada cueva, por lo que son necesarias acciones proactivas como la utilización de sistemas de iluminación que inhiban el crecimiento de cianobacterias y algas de cara a garantizar la conservación de los bienes culturales y a mejorar desde el punto de vista sanitario la calidad del aire que se respira dentro de ellas.